4 meses de AMLO y Cuitláhuac
En mi cuenta de Facebook pregunté ayer domingo, con motivo de los primeros cuatro meses de Cuitláhuac García Jiménez como gobernador de Veracruz, si iba bien, regular o mal. ¿Y qué creen?, atinaron, le fue como en feria. De cada 10 participantes, 9 opinaron en su contra.
No se trató de una encuesta formal con toda la metodología científica, sino de un simple sondeo sólo entre quienes manejan redes sociales, en este caso Facebook. Eso sí, son veracruzanos valientes con nombres y apellidos, que no se esconden y algunos hasta me tundieron a mí. Olvidan que mi trabajo como reportero es preguntar.
Preguntas similares formulé en Twitter con relación a los primeros cuatro meses del presidente Andrés Manuel López Obrador. Y, aunque se sorprendan, salió un poco mejor librado, no mucho. Apenas 10 de cada 100 personas que leyeron el cuestionario se atrevieron a contestarlo.
Hasta el momento de escribir esta columna, en la madrugada de este lunes primero de abril, el sondeo iba más o menos parejo o en empate técnico, entre los que afirman que López Obrador va bien o regular y los que aseguran que va mal. Allí están las respuestas de personas de carne y hueso. No son inventos.
Podrán expresarse una y mil críticas contra el gobernador Cuitláhuac García Jiménez y en muchas acaso tendrán razón, pero es un hombre honesto y bien intencionado. Le falta experiencia y tal vez no ha sabido comunicarse con los ciudadanos como sí lo hace, y muy bien, el presidente López Obrador.
No es necesario ofrecer conferencias de prensa todos los días, pero acaso había de conversar con los periodistas cada semana o cada mes. O durante sus recorridos por el estado. O que de vez en cuando emita comunicados o boletines sobre los temas más relevantes.
En reuniones y pláticas que he sostenido con amigos y conocidos se preguntan qué obras ha inaugurado o qué medidas o acciones trascendentes ha tomado y nadie o pocos lo saben. Es la percepción de la sociedad.
En conclusión –y para quienes exigen mi opinión–, creo que 120 días son insuficientes para poder calificar a un gobernador del estado o al presidente de la república. E insisto, tanto Andrés Manuel López Obrador como Cuitláhuac García Jiménez son honestos y bien intencionados. Démosles más tiempo y si nos fallan, entonces sí votemos por la revocación de su mandato y sanseacabó.